El fuerte aumento de la probabilidad de recesión en Argentina según la Universidad Torcuato Di Tella
El Índice Líder de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) permite estimar la probabilidad de que el país entre en recesión en los próximos meses.
El último informe de la UTDT encendió alarmas: la probabilidad de recesión mostró un fuerte aumento, lo que refleja el deterioro de las expectativas económicas, la debilidad del consumo interno y las dificultades que enfrenta la inversión privada.
Este pronóstico no surge en el vacío. Se nutre de una combinación de variables macroeconómicas, indicadores de confianza y evolución de la actividad productiva que, al ser procesados estadísticamente, permiten construir un mapa más claro del futuro inmediato. El resultado es contundente: Argentina enfrenta un escenario con riesgos crecientes de recesión, lo que obliga a repensar las políticas económicas y las estrategias de los distintos sectores productivos.
¿Qué mide el Índice Líder de la UTDT?
El Índice Líder que elabora la Universidad Torcuato Di Tella tiene como objetivo anticipar los ciclos de la economía argentina. A partir de una serie de indicadores relacionados con la actividad real, la evolución del crédito, los niveles de confianza del consumidor y las expectativas empresariales, este índice busca detectar con varios meses de antelación si la economía entrará en una fase de expansión o de contracción.
Cuando la probabilidad de recesión se dispara, como en este último informe, significa que la mayor parte de los indicadores de corto plazo están mostrando señales negativas: menor inversión, consumo debilitado, caída en la producción industrial o contracción en el comercio. En otras palabras, es una advertencia sobre un freno generalizado en la economía.
¿Por qué aumentó la probabilidad de recesión?
El informe reciente de la UTDT refleja un aumento significativo en la probabilidad de recesión, que se explica por varios factores que hoy atraviesan la realidad económica argentina:
- Inflación persistente: aunque el Gobierno ha intentado estabilizar precios, la inflación sigue erosionando el poder adquisitivo y afecta directamente al consumo.
- Altas tasas de interés: la política monetaria restrictiva encarece el crédito para empresas y familias, lo que reduce la inversión y la demanda interna.
- Caída de la actividad industrial: los últimos meses mostraron una contracción en sectores clave como la construcción, la manufactura y el comercio minorista.
- Contexto internacional adverso: la baja en el precio de los commodities y la desaceleración global limitan el ingreso de divisas y las exportaciones argentinas.
- Incertidumbre política y regulatoria: la falta de previsibilidad desincentiva proyectos de inversión y posterga decisiones de largo plazo.
Estos elementos se combinan en un círculo vicioso: menos consumo → menor producción → caída del empleo → mayor contracción de la demanda.
Impacto en la economía real

La recesión tiene efectos concretos en la vida cotidiana de las personas y en el funcionamiento de las empresas.
- Para los trabajadores, significa pérdida de empleos, reducción de ingresos reales y menor capacidad de consumo.
- Para las pymes, implica menos ventas, mayores costos financieros y dificultades para sostener su capital de trabajo.
- Para el Estado, supone una caída en la recaudación tributaria al mismo tiempo que aumentan las demandas sociales, lo que presiona aún más las cuentas fiscales.
En provincias con fuerte dependencia de ciertas industrias —como la automotriz en Córdoba o la vitivinícola en Mendoza— el impacto puede sentirse con mayor crudeza.
El rol de la confianza en la economía
Un aspecto central que destaca la UTDT es la relevancia de la confianza. La economía se mueve por números y por expectativas. Cuando las familias perciben que la situación empeora, ajustan su consumo. Cuando los empresarios prevén dificultades, postergan inversiones.
La pérdida de confianza actúa como un multiplicador de la recesión, ya que convierte los temores en decisiones concretas que frenan aún más la actividad económica. Por eso, los gobiernos suelen enfocarse en recuperar credibilidad y transmitir señales de estabilidad, aunque no siempre logran resultados rápidos.
¿Qué puede hacer Argentina frente a este escenario?
El aumento de la probabilidad de recesión publicado por la UTDT no debe interpretarse como un destino inevitable, sino como una advertencia que exige medidas concretas. Entre las posibles estrategias que podrían atenuar el impacto se encuentran:
- Incentivar el crédito productivo: líneas de financiamiento accesibles para pymes que permitan sostener la producción y el empleo.
- Impulsar la obra pública: proyectos de infraestructura que activen la demanda interna y generen empleo directo.
- Estabilizar precios: políticas que permitan reducir la inflación y recuperar parte del poder adquisitivo de las familias.
- Mejorar el clima de negocios: reglas claras y previsibilidad para atraer inversión privada.
- Promover exportaciones: aprovechar nichos de mercado y acuerdos comerciales que generen divisas frescas.
Cada una de estas medidas requiere coordinación entre el sector público y el privado, y sobre todo una visión de mediano plazo que trascienda la coyuntura.
Perspectivas a corto y mediano plazo
La UTDT plantea que, de mantenerse las tendencias actuales, la probabilidad de recesión seguirá en niveles elevados durante los próximos meses. El gran desafío será evitar que la contracción se convierta en una recesión prolongada.
Si Argentina logra estabilizar algunos indicadores —inflación, tipo de cambio, crédito— es posible que la economía encuentre un piso y comience una recuperación moderada. Sin embargo, si las tensiones macroeconómicas persisten, el riesgo es que la recesión se prolongue y se profundicen sus consecuencias sociales.
El informe de la Universidad Torcuato Di Tella es un llamado de atención. El fuerte aumento de la probabilidad de recesión refleja que la economía argentina atraviesa una etapa crítica, donde los desequilibrios internos y las dificultades externas se potencian mutuamente.
Lejos de ser un simple dato estadístico, esta advertencia debe servir para encender alarmas y actuar con rapidez. Tanto el sector público como el privado tienen la responsabilidad de buscar soluciones que eviten un retroceso mayor en la actividad económica.