La minera canadiense Aldebaran Resources reveló que necesitará una inversión cercana a US$ 1.500 millones para avanzar en el desarrollo de su ambicioso proyecto de cobre Altar, ubicado en el norte argentino. Esta cifra formará parte de su evaluación económica preliminar, programada para publicarse en septiembre, y contempla más de 32 mil millones de libras de recursos de cobre (ver Proyecto de Glencore) junto con 6,7 millones de onzas de oro.
El anuncio se suma a otros movimientos y expectativas en el sector minero nacional, que está recibiendo nuevo impulso con la entrada en vigencia del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). Aunque Aldebaran aún no ha confirmado si estará en condiciones de calificar a este programa, proyectos como Vicuna de BHP y Lundin ya anunciaron sus propios planes de solicitar beneficios.
Este contexto posiciona a Argentina como un escenario atractivo para el desarrollo de recursos minerales, especialmente cobre, un commodity estratégico en la transición energética global.
¿Qué puede venir?
1. Potencial dinamización del sector y atracción de inversiones
Un desembolso de esta magnitud significaría un avance concreto en la transformación de Argentina en un jugador clave en el mercado global del cobre. A medida que la demanda crezca—especialmente por electromovilidad y energías limpias—proyectos como Altar podrían captar parte de esos flujos de inversión.
2. Competencia por acceso al régimen RIGI
El interés de múltiples empresas por ingresar al RIGI abre la puerta a una mayor competencia. Quienes logren adecuarse más rápidamente al marco regulatorio y técnico podrían obtener ventajas sustanciales en términos de financiamiento, seguridad jurídica y eficiencia fiscal.

3. Cadena de valor y desarrollo local
La inversión impulsaría la creación de infraestructura, empleo calificado, proveedores locales e innovación tecnológica. Provincias como Catamarca, La Rioja o Salta ganan protagonismo a través del desarrollo minero, con impactos en educación, transporte y desarrollo social.
4. Estabilidad normativa como aliciente o freno
La incertidumbre regulatoria—como ocurrió con algunos proyectos anteriores—sigue siendo un elemento clave. La claridad en torno a marcos como el RIGI y la ley de glaciares será fundamental para asegurar la llegada y continuidad de inversiones.
5. Sinergia con otros proyectos mineros
Argentina está en un momento clave del ciclo económico donde otros grandes proyectos (como los de Glencore) coinciden. Esto crea una oportunidad para consolidar una política minera robusta, complementaria y alineada con objetivos de desarrollo a largo plazo.
Nuevas chances, nuevos desafíos
El anuncio de Aldebaran simboliza un momento decisivo en el posicionamiento de Argentina en la industria global del cobre. La pregunta es: ¿podrá el país aprovechar este momento para consolidar una plataforma minera competitiva, sostenible y estructurada hacia el futuro?
El desarrollo del proyecto Altar, en conjunto con el fortalecimiento de mecanismos como el RIGI, obliga a los actores locales a mantenerse alineados con los desafíos regulatorios, logísticos y sociales que trae una nueva minería para el siglo XXI. Argentina tiene la chance de alinear recursos minerales estratégicos con crecimiento económico, empleo y tecnología—si logra sostener este impulso en el tiempo.