el mundo económico gira en torno al esperado discurso del presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, en el simposio anual de Jackson Hole. En un contexto cargado de tensiones políticas y señales encontradas de recuperación, el evento podría marcar un punto de inflexión para los mercados globales y las políticas monetarias en el futuro inmediato, indican desde APnews.
Jerome Powell se prepara para su último discurso como presidente del banco central estadounidense justo cuando los mercados —y el gobierno de EE.UU.— aumentan su presión sobre el rate cut (baja de tasas)
El panorama es tenso: la inflación en EE.UU. sigue por encima del objetivo del 2 % (ubicándose en torno al 3.1 % en julio), mientras que el mercado laboral presenta señales de debilitamiento. A esto se suma la politización del caso: el presidente Trump ha intensificado sus críticas hacia Powell y busca remover a miembros de la Fed afines al actual liderazgo para imponer su propia visión económica.
Más allá de EE.UU., los índices económicos globales muestran un cuadro complejo pero esperanzador:
- En Europa —incluida la eurozona— los datos indican que la actividad empresarial ha alcanzado su mayor nivel en 15 meses. Especialmente destacable es la recuperación del sector manufacturero, que vuelve al terreno expansivo por primera vez desde mediados de 2022.
- En el Reino Unido, la actividad empresarial creció con fuerza, aunque el empleo continúa en caída y el endeudamiento público sigue presionando las finanzas estatales.

Este momento es clave para anticipar la dirección de la política monetaria global:
Posible cambio en la orientación de las tasas de interés
Si Powell adopta un tono más cauteloso o flexible, los mercados enfocarán nuevas expectativas sobre una reducción de tasas en septiembre. Esto podría revivir capitales hacia activos de riesgo y fortalecer la recuperación global.
Riesgo de politización de la Fed
La influencia creciente del gobierno sobre decisiones de política monetaria podría erosionar la independencia del banco central, generando incertidumbre entre inversores y complicando la credibilidad de futuros movimientos.
Refuerzo de la recuperación global, pero desigual
El repunte del sector manufacturero europeo sugiere una recuperación gradual, pero aún débil. Si EE.UU. suaviza su política monetaria, el crecimiento global podría acelerarse, aunque la disparidad regional se mantendrá.
Reconfiguración de flujos financieros
Una eventual baja de tasas en EE.UU. podría incentivar la entrada de capitales en mercados emergentes, mientras que mantenerlas elevadas fortalecería al dólar y complicaría la deuda externa para otros países.
El discurso de Powell en Jackson Hole es más que un evento simbólico: puede marcar el inicio del fin de una política monetaria restrictiva, redefinir la relación entre independencia y política en la Fed, y ofrecer impulsos decisivos a economías en recuperación. El mundo estará atento, porque de esa palabra dependerán las próximas cartas del juego económico global.